Wednesday, April 4, 2012

Informe visita haciendas Cañasgordas y Piedragrande.

Las haciendas Cañasgordas y Piedragrande, muy cercana una de otra, son una herencia caleña a las cuales no se les ha explotado todo su potencial turístico y económico. Las casas de hacienda han sido lentamente ignoradas por la sociedad habiendo más de cien de estas, tan solo en el centro del Valle, la mayoría siguen deteriorándose y empolvándose en el olvido.



Ambas haciendas son una excepción. La hacienda Piedragrande actualmente funciona como un lugar de eventos y trae grandes ganancias para sus dueños. La hacienda Cañasgordas está siendo recuperada buscando rescatar el importante patrimonio y legado que esta significa para la ciudad en términos de historia y arquitectura.
Las dos casonas estas siendo amenazadas por la rápida expansión de Cali hacia el sur. La hacienda Cañasgordas ya está completamente rodeada por cajas de ladrillo, mientras que a la hacienda Piedragrande, que está ubicada al lado del tradicional y olvidado autocine, le espera el mismo destino.

La hacienda Cañasgordas cumplió una tarea destacada en la formación de Cali. También tiene una importancia cultural muy relevante ya que este fue el escenario principal de la novela El Alférez Real de Eustaquio Palacios. Es una casa colonial de dos pisos, muy imponente por su altura, pero como todas las casas coloniales, en esta no se buscaba impactar con el diseño sino que se le daba importancia a la funcionalidad y el aspecto climático.

Estas haciendas son perfectamente pensadas para funcionar en el clima tropical seco como es el del centro del Valle. En la hacienda Cañasgordas se destacan los corredores periféricos, los patios que generan un paisaje y una brisa interior que refresca toda la casa. También los recorridos acodados que generan una sensación de sorpresa y varias visuales desde los corredores.

Un aspecto muy importante de ambas haciendas es la manera en que presentan los Farallones de Cali, generan una visual hacia el oeste muy bella y uno puede sentir realmente el paisaje que se crea en el interior y el exterior de ellas.
La cercanía entre las dos, se debe a que la hacienda Piedragrande fue alguna vez una casa de potrero que antiguamente se llamaba Catayá. Estas se construían por necesidad de expansión y dominio del territorio. Por eso la hacienda Piedragrande es de menor tamaño y tiene una distribución diferente, con un gran patio central a diferencia de la hacienda Cañasgordas, que es la casa principal del conjunto, y tiene una forma de Z.

Las haciendas del Valle, como ya se había dicho, son un objeto de análisis muy importante para la arquitectura de la región, ya que nos muestran una manera de construir de forma sostenible y natural que funciona perfectamente en el clima de esta parte del país. Estas también dejan un legado importante en la ciudad, aun hoy en día algunos barrios y zonas de la ciudad corresponden a las haciendas que estaban ubicadas ahí, como Cañaveralejo, San Joaquín, Meléndez o El Limonar, que aunque la sociedad no conozca su origen, son parte de la cultura caleña.

También la importancia de preservar nuestra historia, tradición y legado es parte de la formación de una identidad colectiva, que en Cali está completamente dividida. Es fundamental recuperarla para poder crear una cultura ciudadana y lograr que la población este orgullosa de su pasado con la cual se podría comenzar a solucionar los graves problemas de desigualdad y falta de identidad que existen en la ciudad.

1 comment:

Unknown said...

Hola! quería saber si tienes algún numero de contacto para visitar estas haciendas. Gracias